De camino con Renegade (Mision individual "littel Crow"

Retomamos tu partida desde que Renegade te atrapa en el edificio, y te deja inconsciente.

......


Abres lentamente los ojos, y lo primero que consigues apreciar ver, es el suelo a una distancia de un metro y algo, giras la cabeza con los ojos aun entre abiertos, y si, es el guardia al que le habías quitado la antorcha quien te lleva atado bajo su brazo.

Baja la vista y se percata de que estas despejándote, una sonrisa se dibuja en el coloso para pronunciar a continuación unas palabras:

- Ya era hora de que abrieras los ojos Maken, ya estamos bastante lejos de aquella plaza y tu ataque de locura - Desprendió una amplia carcajada y prosiguió. - Bien ahí delante esta la cárcel de Altarión, no se si te resultara familiar a alguna otra en la que estuvieras pero ahí seguro que estarás cómodo.

Muy a tu pesar la cárcel cada vez estaba mas cerca, no podías hacer nada, aunque forzegeabas sin parar, el brazo de él era como una gran tenaza que te oprimía con cada movimiento que hacías.

Al cabo de poco rato te encontrabas el fondo de la cárcel, en una prisión no muy grande, no muy limpia, desarmado y sin compañía excepto el del ruido de unas ratas lejanas.

Lo ultimo que oyes del esterior es la voz de Renegade diciéndote:

- Mañana me pasare a ofrecerte cierto trato se bueno.... y que no te muerdan las cucarachas jajaja.


La celda en la que estas esta situado en un pasillo de celdas, la tuya seria la del fondo, en la salida del pasillo ahí un portón donde ahí dos guardias.

Tu suite xD no tiene ventanas y los barrotes son gordillos y con poco espacio...

"¡Maldito bastardo sea el que vive en mí!", me dije. Quería ser buena persona, pero aquél ser maligno que habitaba en mí me lo impedía. Cada vez que veía fuego, por pequeño, que fuese, ese ente interior me empujaba a usarlo para organizar un incendio.

Aquél guardia enorme me había dicho que fuera bueno, y casi me lo tomo al pié de la letra, de no ser porque una rata me alejó de mis pensamientos.

Me acerqué sigilosamente hacia ella, tratando de no hacer que huyese. Tal vez podría ser la clave de mi salida...

Le dije a la rata que avisara a sus compañeras, para poder traer consigo las llaves de la celda. Pero el guardia no era tonto, y el muy maldito me había hecho sangrar, como siempre que me encuentro con demonios. La maldita cicatriz siempre me sangra cuando están cerca. Pero aquél dolor no había sido demasiado profundo, lo que denotaba que no era tan mala persona como parecía...Pero como ya digo, no era tonto, y seguramente se habría llevado las llaves consigo.

Sí, estaba bien querer ser buena gente, pero ni por asomo quería seguir estando allí. Debía salir cuanto antes. Me preocupaba el estado en que ppodía estar Raven. Traté de verlo, pero tenía demasiadas cosas en la cabeza... sólo pude ver el cementerio de la ciudad, y a lo lejos una forma humana, apoyada en un bastón...

me pareció divisar algo de luz por el pasillo."Espero que solo sea mi excitada imaginación... ojalá sea eso y nada más" me dije, ya que temí que fuera otra antorcha.

Gracias a la vista felina que Dios me dió, pude distinguir bien el terreno en el que estaba. Al parecer, estaba acompañado de una panda de parias sin rumbo, encerrados en otras celdas. "¡Vaya, qué ilusión!" me dije con desdén.

Al cabo de un rato empecé a oir el ruido de patitas diminutas por el pasilo. Agucé aun mas la vista, y vi que eran tres cucarachas. El tal Renegade no exageraba, el tamaño de esos bichos estaba por encima de la media normal. Y yo aun tenía hambre... En mi cara se dibujó una sonrisa bastante grande, para que engañarnos. Cogí a las cucarachas con las manos y aplasté la última con el rabo. Arranqué ambas cabezas de un mordisco, y esperé a que dejasen de moverse. El banquete no era especialmente sabroso, pero yo tenía que nutrirme. Asíque, sin más dilación, me las eché a la boca y tragué. Tenían un regusto algo amargo, y me dió algo de sed. Pero, en vista de que lo único que tendría era una celda sólo compartida por ratas e insectos, no vi lógico que me pusiera a pedir agua. Traté de concentrarme, y pude notar claramente lo que sentía Raven, asi como lo que veía. Debe ser que él también sintió sed, porque fué directo a la fuente más cercana, y empezó a beber.

"Gracias" susurré. Gracias a que Raven ya había saciado su sed, yo también lo hice, pagando un altop recio. Me había concentrado demasiado, asique me entro dolor de cabeza, uno tan grande que me hizo perder el sentido. Así pues, conseguí lo que hacía mucho que no conseguía, dormir. Parece que no me quedaba más remedio que esperar a Renegade, muy a mi pesar.

De todos modos, quería saber si alguien podría ayudarme a mantener a raya a esa personalidad oscura que albergaba en mi interior... y seguro que ese alguien podría ser el tal Renegade.

Tras varios dias, de hambre, y encerrado en aquella celda, olles el porton abriendose.

Pero ni te inmutas, olles a 3 hombres, que avanzan como si fuera su casa,

De repente, ves ante ti, a un hombre de apariencia joven, bestido con gabardina marron, botas negras y camisa blanca debajo, su pelo es rubio y le llega por el cuello, tiene la oreja izquiera lelna de pendientes(pirsing).

A su lado, hay dos demoios enormes, que de verdad te dan miedo, ambos son iguales solo se les distinge por que llevan un tatuaje en la cara cada uno a un lado diferente.

La puerta se abre, y te indican que los sigas

No llegó a tanto, pero prácticamente me puse delante de ellos indicandoles que me guiasen a la salida. Lo que realmente pasó, es que me levanté como dificilmente pude, miré a los tres sujetos que se encontraban ante mí, y me inspiró algo de confianza el rubito, para qué negarlo. Le ví buena gente.

Ese maldito guardia, ¿pues no va y me dice que "mañana vendré a verte"?Ese "mañana fué hará ya lo menos dos semanas. ¡Por favor, que ya no quedan animales para comer!

Entre esta y otras voces los dos demonios me hicieron un gesto, para que me callase. Pero esque hay que entender, que dos semanas alimentándome a base de bichos y encerrado sin una miseria de luz, eso desquicia a cualquiera.

caminais sobre media hora, a un paso traquilo, tu falta de fuerzas te hace, tambalearte un par de veces.

En la ultima de estas, caes por completo al alzar la vista, es una gran mansion, de 4 pisos lo menos, y toda de piedra, gris oscura.

Los 4 avanzais hasta la casa, y al llega ante la puerta rapidamente se abre, ante ti una hermosa mujer, morena, con lenceria, y un rabo de diablilla en su parte trasera, te quedas mirandola con gara de ingenuidad e inocencia.

Uno de los demonios tira de ti, y te lleva semi-arrastras, hasta en salon, alli ya se encuentra el hombre rubio presidiendo la mesa, y el otro demonio sentado 3 sitio separado de el.

Cuando te fijas mejor, te das cuenta que el salon es absolutamente enorme, todo de madera, y en la mesa esta llena de lo que parecen soldados, pero cada uno con una peculiaridad distinta, al lado de rubio hay un sitio vacio, en el cual te coloca el demonio.

Cuando te fijas en la mesa hay un plato lleno de caldo, y todo su alrededor lleno de comida.

Miras al rubio y ves que se sienta sobre el una chica morena, imponente, te quedas otra vez bloqueado, hasta que el demonio te gira la cabeza, agarrandote desde arriba.

Asi no se mira a la señora

-Emmm...ettooo...¿lo siento?

-Bueno, parece que te has librado de una larga temporada en chirona. Dime, te llamas Maken ¿cierto?

-Esto...si...pero no existe mucha gente que me llame así. Todo el mundo me desprecia hasta el punto de llamarme pequeño cuervo, asíque me quedé al final con Little Crow.

-Vaya, se nota que llevabas mucho encerrado allí, ¿o esque eres así de hiperactivo?En cualquier caso, mi nombre es Zainar, y estos dos son mis guardaespaldas. Te vas a venir con nosotros porque tengo un pequeño encargo para tí. En su momento te diré de qué se trata

Lo cierto es que tanta comida y tanta moza guapa juntos, me desorientaron y cohibieron un poco. No sabía donde mirar, si al plato(uno de muchos) por el hambre atroz que tenía, o a alguna de las mujeres que paseaban por los alrededores de la mesa (nunca fuí demasiado discreto para estas cosas, ni demasiado puritano como para no quedarme embobado, era un mirón, y orgulloso de serlo, para qué mentir).
Había al lado de cada plato unos extraños instrumentos puntiagudos y circulares, los cuales, según Zainar, se llamaban "cubiertos". Y se suponía que debía comer con ellos.

-Disculpe mi...estooo...forma de ser, por así decirlo, pero¿cómo se usan estos cubiertos? yo siempre me vi obligado a comer con las manos, y este líquido de ahí ¿qué es?

Zainar puso una cara como de decir "este niño es tonto". La "señorita" que estaba sentada encima de él tan sólo rió, así como las demás chicas del lugar. Incluso los guardaespaldas se rieron. "No era un chiste..."dije en voz baja, con la cara roja, aunque con la cara que tenía debió verse rosa. por lo que traté de taparme con mis harapos. Eran un poco señoritos, me hicieron pasar una vergüenza enorme. Al final Zainar me dijo que ese líquido que había en el plato se llamaba "sopa".

-Lo siento mucho, pero en el pueblo de donde vengo no comemos este tipo de cosas. ¿me podría dar un trapo? esque cada vez que estoy cerca de un demonio, la marca de mi frente sangra, supongo que de eso se habrá dado usted cuenta. y es muy molesto cuando se cae por la cara. Y estando entre gente distinguida no veía bien limpiarme con la manga.

Tras este mal rato, fuí a por la carne, y la comí con las manos, porque de momento a Zainar le corría más prisa que me callase, que el hecho de que aprendiera a usar los cubiertos. Ya trataría más tarde de aprender a comer "sopa" con esos "cubiertos".

Tras llenar tu estomago, zainar te miro y dijo:
Ya vale, groton, ahora al lio, estas aqui por ser un ser de la raza conocida por los mejores ladrones y ese sera tu trabajo.

Tu cara se torno en sorpresa, y miraste atentamente.

Tienes dos pciones, 1º Trabajaras para mi hasta que pages tus deudas,2º saldras de aqui y no quiero volverte a ver hasta que me traigas lo que me debes.

Tiro un sobre ante ti y bebio de su jarra.

MISION,
Entra en la casa de Jukil y obten un documento que se encuentra, en un estante en sus despacho, lo distinguiras por que el documento es de piel negra, y parece que no hay nada escrito.

Off:si aceptas lso demonios te llevaran hasta 2 manzanas antes de llegar, rolea todo hasta que lo robes.

¿Ha dicho "robar"? Jeje... por fin alguien que habla mi idioma...bien, acepto la encomienda. Tan sólo digame dónde vive el pive éste, y en poco tendrá su documento, se lo aseguro.

Los guardaespaldas de Zainar me llevaron hacia la casa de la víctima (no, es broma, tuve que ir solo, guiándome por las indicaciones que me había dado Zainar). La calle estaba abarrotada de gente, y yo tenía que pagar una deuda, a la cual ni de broma iba a faltar, por dos razones: 1º yo era un niño de palabra, y si prometo algo, lo cumplo 2º había descubierto( lo mío me costó) que Zainar era de la mafia, y no me agrada la idea de que me partan las piernas, las necesito para muchas cosas.

Así pues, abrí mi saquillo de tela, y empecé a husmear por ahi, había mucho bolsillo pesado, que debía adelgazar. Mi primera víctima sería un tipo gordinflón, que no se daría cuenta de que le han robado ni si lo hubiesen apuñalado. Cogí un extremo de mi cadena, a modo de daga, y fui hacia él. Usé el mitico truco del tropezón ."Uy, lo siento señor"dije, mientras cortaba limpiamente la cuerda del saco del gordo de al lado. El viejo con que había chocado ni siquera me miró, pero el gordo le miró a él. Fué ese el momento idóneo para arramplarle el saquillo.

Creí que me hubiese ido mejor, pero aquél solo contenía tres miseras piezas de cobre. "Menos da una piedra" me dije con resignación. Ante mí se hacía un pelotón de gente, entre los cuales era casi impensable pasar. Se me hizo la boca agua. Entre ellos no pasaría, pero si por debajo, abriendo mi saquito y pinchando los otros, dejando caer riquezas varias (algunas monedas de oro, pequeños fragmentos de rubí, fijo que falso, zafiros y diamantes, todos trozos nimios, poco mas grandes que chinas)al final de la calle mi saquillo había engordado unos kilos, asi a ojo, tres. Habría desangrado unos doce sacos entre la multitud. Fué entonces cuando me dí cuenta de que no era plan malgastar el tiempo, no quisiera poner nervioso al señor Zainar, y mucho menos a sus gorilas, que imponian aun mas.

Trepé entonces por un arbol, al igual que hice para llegar a mi primer hogar en la ciudad. Lo único que este era demasiado bajito para llegar al tejado. por suerte no peso mucho, asique me balanceé y me lancé a lo tirachinas, agarrandome al tejado, subiendo lo más rápidamente que pude.Por suerte mi agilidad y destreza me hacían casi invisible en esas maniobras de escape. Corrí como un poseso a toda velocidad y salté la calle de tejado en tejado. "Viento, ayudame"susurré, y ráfagas de viento me impulsaban hacia mi destino (a la par que los puestos del mercado de abajo se desmontaban). La casa a la que debía ir no era tan grande como yo me esperaba. Llamé a mi cuervo, para que me acompañase. Abrí una de las ventanas de la parte de atrás de la casa, que daban al patio, y entré, tras haberme cerciorado de que allí no había nadie. En la casa había un perro guardián, del tamaño de un lobo. Vino a mi con ansia asesina. Lo acaricié y se apaciguó, luego me acerqué a su oido y le susurré que mirase haber si había alguien en la sala en la cual debía estar el documento. "Wahahaha... mi comunicación con la naturaleza es la leche, ¿quién dijo que los perros y os gatos se llevan mal?" me dije, con una amplia sonrisa en la boca.

Al cabo de un rato, el perro volvió, y me indicó el camino hacia el documento. En aquella estancia, había varias velas, aunque nadie dentro para alumbrarse. "Joder... Estoy muerto..."me dije. Empecé a querer dirijirme a las llamas, pero no era demasiado fuego, asique pude contenerme, y pasé. Me mojé los dedos en saliva y apagué las llamitas."Las narices voy a meter fuego a otra casa, en la cual me juego la vida" me dije.Gracias a mi visión nocturna, podía ver bien.Escuché pasos, y una figura hizo aparición en el lugar. Tuve los reflejos suficientes como para subirme al armario, que era grande y bastante propicio como refugio. Me cogí una de las mantas y me tapé, al igual que Raven. El tío venía con una lampara de aceite, lo que me tocó aun mas las narices. "Yo me voy a cagar en el que inventó la mierda del fuego" pensé, ya que me estaba viendo en apuros. Según el aspecto del hombre, un viejo carcamal, que ya había vivido lo suyo, me dí cuenta de que podía ser el tal Jukil, ya que sacó del armario en que yo estaba el famoso documento. Era un libro negro, con tapas de cuero, y aparentemente nuevo. Había que pensar en alguna treta para librarme del fuego y de paso de él. Se escuchó un ladrido en el piso inferior, procedente del lobo guardián. Al parecer acababan de entrar unos religiosos, según escuché. Pero eso no era de m8i incumbencia. El caso es que aquello me había venido bien, el viejo se había ido, llevandose consigo la lamparita de los...

En cuanto pude quitarme la manta de encima, Raven fué al pasillo, para vigilar. Yo aproveché para coger el libro, guardarlo entre mi chaqueta, y salir por la ventana, que estaba cerrada y con la cortina echada."Este viejo es imbécil. ¿Me estás contando que es de día, y tiene la ventana cerrada con la cortina echada?Este tíuo es más tonto y vuela" me dije, con cara de asombro.

También daba al patio aquella ventana, por estar una habitacion al lado de la otra. Volví a subir al tejado, cogí una teja, que era liviana, dentro de lo que cabe, y saqué mis uñas. En la teja escribí "Os espero en el tejado de la derecha de la casa en la que me dejasteis, os saludaré desde allí.Little Crow".Sería un gañán, pero leer y escribir si sabía(habiendo sido monaguillo del cura, no me kedaba otra). Cogí la teja, y le dije a Raven que se la llevase a Zainar, aunque realmente me dirijia a los gorilas.

Entre que la teja no era demasiado pesada, y que Raven era un Cuervo fuera de serie, mas fuerte, inteligente y veloz que el resto, no le costó mucho llevársela. "Espero que el jefe esté satisfecho con mi trabajo"me dije, mientras saltaba de tejado en tejado ayudado por el viento y los árboles que había plantados entre las casas con callejones sin salida.

Así, saltando de tejado en tejado, llegué al punto de prtida, solo que un piso mas alto, y un poco mas a la derecha, esperando a los seguratas.

Off:No te pases con tus habilidades, por ahora no son tan buenas, y no era un libro solo era un trozo de cuero negro en forma de documento.

El tiempo paso y tu ya estabas muy aburrido entonces de repente, miraste a de donde provenia esa voz, al mirar viste a una chica, con traje negro, y el pelo en moño, peliroja.

La cual te quito el documento de las manos.

Fue tan rapida, que solo te diste cuenta de que no estaba cuando la viste saltar desde el tejado,

Al mirar, en tu mano viste, que te habia dejado una nota.

No eres tan malo com pensaba, le llevare el documento a zainar.

Pd: Tu bolsa de monedas estaba muy llena, me cobre los portes.

Firma: Numero13

Obviamente como te habia dicho tu bolsa estaba vacia,

Bueno, como primera mision el rol a sido bastante bueno. El resto de mision seran mas largas.

Recompensa 3 monedas.

¡¿Como?!¡¿Me han dejado sin pelas?! ¿Y luego soy yo el ladrón?En fin, al menos tengo tres monedas que no usaré. Pffffffffffff...estoy agotado, debería aprender a usar bien mis habilidades con soltura. Y haber si consigo algo para poder atacar sin necesidad de esforzarme mucho. Se nota que soy vago por naturaleza

Supongo que con las riquezas nimias que tenía pude pagarle al tal Zainar, aunque no me gustaba la idea de que pudiese haberle pasado algo a Raven. Asi pues, salí en su busca, y luego a casa."Mañana será otro día" me dije, volviendo a la posada.